19 diciembre 2012

Entrevista a los Comandos Autónomos Anticapitalistas (I)

Con esta entrada inicio una serie de tres entrevistas realizadas a distintos militantes de diferentes Comandos englobados en los C.A.A. en los años 70 y 80. Las entrevistas están sacadas del libro "Comandos Autónomos: un anticapitalismo iconoclasta".
Las considero interesantes para conocer los planteamientos de estos grupos a nivel organizativo e ideológico, así como su postura respecto a ETA (militar y político-militar) y la alternativa KAS.

Esta primera entrevista, fue concecida en el año 1979 para el semanario vasco Ere.



Hablan los autónomos
No hemos perdido ni ganado. Somos la expresión de un sector del
pueblo vasco y seguimos siéndolo, independientemente de los
resultados de la jornada de huelga. Nosotros estamos al margen,
declararon a ERE un grupo de miembros, que insistieron en que
hablaban a ese nivel de los denominados "comandos autónomos"
a la pregunta de las repercusiones de los paros en los planteamientos
de su organización. "Los únicos que pueden utilizar ese lenguaje
de pérdidas o ganadas son los partidos que entran en la política de
alianzas y pactos con la burguesía y nosotros no estamos en esa
perspectiva. Lo que nos define es un profundo anticapitalismo
asambleario, el rechazo de concepciones elitistas y de vanguardia y
un fuerte nacionalismo", precisaron en el transcurso de la entrevista
concedida a ERE. El resto trascurrió de la siguiente manera:




ERE— Durante el último año su lenguaje, planteamientos y en
algunos casos acciones armadas se han vinculado de manera
continua a los de ETA militar y a sus sectores de influencia:
más concretamente se les ha presentado a ustedes como
integrantes de Herri Batasuna ¿En que medida puede hablarse
de ruptura de sus planteamientos con los de ellos?                
No puede hablarse de ruptura desde el momento en que nunca
hemos sido miembros de Herri Batasuna. Hay sectores que sí es cierto
que están cerca de nuestras posiciones, pero en cuanto a planteamientos
generales las diferencias son muy claras desde nuestro origen.

¿Cuál es su origen?
El origen organizativo de estos comandos su puede situar hacia
1976. En ese comando algunos antiguos miembros del Frente
Obrero de ETA, que no siguió la evolución que hacia LAIA tendría este
grupo, más otros que se acercaron desde los polimilis, berezis y
milis, además de otros independientes, iniciamos de manera
coordinada una serie de acciones armadas en el setenta y seis que
proseguiremos en el futuro.        

¿Puede hablarse de una relación directa entre aquella escisión
en el seno de ETA que ocurrió en 1974 y los actuales
comandos?
No, en modo alguno. Algunos componentes sí tienen una
trayectoria que coincide en esa línea, pero son muy pocos casos y
además los comandos tal y como se conocen ahora surgieron como
hemos indicado antes, en el setenta y seis. Además, la experiencia
autónoma es ampliable a actividades no armadas. Como las de
fábrica, feministas o antinucleares.

¿Son los comandos autónomos una organización al estilo
clásico de las ya existentes en Euskadi?
No. Los comandos están coordinados, pero cada cual tiene
absoluta libertad para escoger y explicar sus acciones. Es decir, que
existen una serie de características comunes, como son las del
anticapitalismo u otras como el antipartidismo o nuestro antisindicalismo,
pero nada más. Incluso a nivel particular algunos pueden
llegar a definirse como anarquistas, consejistas o como mejor
consideren dentro de ese esquema.

¿Existen en Europa experiencias comparables a la vuestra, os
inspiráis en algún modelo concreto?
No. Y podemos decir que no somos las Brigadas Rojas de
Euskadi. En este sentido sí tenemos conocimiento teórico de la
experiencia italiana o francesa, pero hay diferencias muy grandes.
Empezando por el propio origen. La mayoría de ellos son estudiantes,
mientras que nosotros somos obreros. Y eso se nota. Luego están
los planteamientos ideológicos.

¿Y a nivel estatal español?
En Cataluña hubo algunas experiencias parecidas cuando surgieron
los GAC o el MIL, pero por el momento y por las circunstancias
que concurrían también hay que decir que no somos comparables a
estas experiencias. En aquellos momentos los sindicatos estaban
prohibidos y era muy difícil que en su lucha explicaran que los
sindicatos forman parte de la estructura de poder capitalista y
además ellos trataban de concienciar a los trabajadores desde su
práctica armada. Nosotros por el contrarío hemos surgido de una
conciencia obrera y de una experiencia asamblearia antipartido y .
antisindicatos. En suma, que el antiparlamentarismo que profesamos
es anterior a nuestra experiencia. En cualquier caso, y aunque
sea casi un tópico, cada revolución tiene unas características
específicas que es preciso respetar.

¿Esos planteamientos que hacen no son en líneas generales los
que definirían un anarquista? ¿Se sienten muy lejos de las
experiencias anarquistas más cercanas?
Ya hemos dicho que a nivel personal en algunos casos sí es
cierto, pero no a nivel general. Más en concreto nosotros no
podemos sentirnos cerca de anarquistas que como los de Askatasuna
apoyan la alternativa KAS y apoyan las elecciones al Parlamento
a Herri Batasuna. Ellos sabrán cómo se compagina eso. Y en relación
a la CNT creemos a nivel práctico que la cosa está aún más clara...

Se han desmarcado de Herri Batasuna y ahora más en concreto
de KAS. ¿Pueden definir con más exactitud su posición hacia
esa coalición y hacia esa alternativa?
Bueno, parte de los miembros de los comandos rechazaron en su
día la alternativa KAS en el momento de la escisión de LAIA (BAI) y LAIA
(EZ). Como se recordará, los últimos rechazaron esa alternativa por
considerar que era una alternativa para la democracia burguesa y que
en consecuencia no cuestionaba el poder capitalista. Es un análisis
que hacemos nuestro. Eso sí, planteaba en caso de un posible
triunfo una remodelación de poder, pero no el poder mismo.
Posteriormente Herri Batasuna ha sido construido con un carácter
más general sobre esas bases y la últimas declaraciones de algunos
de sus miembros han venido a confirmar nuestro análisis, esto es.
que Herri Batasuna ha estado jugando a dos bandas. Iban de
asamblearios y de antipartidos y mantenían por otra parte la
estructura de partidos y además se presentaban y en algunos casos
participando en organismos de poder capitalista. En estos momentos
se tiene que producir una decantación. O se es consecuente o
no se es. Habrá una ruptura y pensamos que parte de su base social
es recuperable.

¿Piensan ustedes que este proceso será inmediato?
No; es un proceso que se viene dando, pero que se agudiza en
la medida en que los sectores más vinculados a las estructuras de
funcionamiento y de pensamiento de los partidos políticos van
haciendo una política más abierta.

¿Por ejemplo?
Pues por ejemplo las declaraciones de Aldekoa que no sólo
condena el atentado contra Germán González, sino que encima dice
que si somos de los servicios paramilitares, de las OAS y no sé
cuántas cosas más. Nos conoce de sobra para saber lo que somos.
Ahí están también las declaraciones de LAIA invitando a participar
claramente. Esto de alguna manera era previsible desde hace
tiempo, pero así como los de EIA fueron más consecuentes en esta
línea y además de ir al parlamento uniformizaron ideológicamente su
partido, lo dotaron de una estructura fuerte y de cuadros de dirección,
éstos postergaron estas tareas de tal manera que la única diferencia
con las fuerzas que participan del poder capitalista es la de que tiene
que remontar un gran retraso. Pero en el fondo tienen pocas
diferencias unos y otros. Es cuestión de tiempo. Si una organización
va por la vida de vanguardia y de élite, o se adapta a un esquema
determinado de funcionamiento y de participación o no se es nada.
Nosotros hicimos nuestra opción de una manera clara. La delimitación
es limpia.

En relación a la lucha armada existente en Euskadi ¿qué
posición mantienen?
Es evidente que practicamos la lucha armada, pero para nosotros
la lucha armada es simplemente una parte de nuestra lucha. No
tiene un carácter primado, ni secundario, ni nada. Es un elemento
más. Ha ocurrido que por un cierto mimetismo el estilo de algunas
acciones de los 'comandos' han sido muy milis. Esto es; que nos
hemos centrado en acciones de tipo antirrepresivo, pero por nuestro
planteamiento, nuestro campo de actuación es mucho mayor. Es,
usando un lenguaje publicitario, un planteamiento de guerra total al
sistema y por eso los objetivos son totales. A causa de ese
mimetismo llegamos a relegar incluso el tipo de acciones que más
nos acerca a un planteamiento anticapitalista. Acciones del tipo de
la de Adegui o los atentados contra sedes de sindicatos.

¿No piensan ustedes que ese tipo de atentados, especialmente
dirigidos contra centrales sindicales, es muy difícil que sean
entendidos por la clase trabajadora?
A este respecto habría que preguntarse primero que a quiénes
representan estos sindicatos, porque la abstención en las elecciones
sindicales que hubo fue muy fuerte y, además, los sindicatos
participan y sostienen al poder capitalista. En ningún caso lo
cuestionan; por eso, para nosotros, son un enemigo más. La misma
práctica irá mostrando a quienes aún creen en este tipo de organismos
su verdad-^ro carácter integrador en el sistema.

¿Es claro que piensan seguir en esta línea?
Lo intentaremos por lo menos, e intentaremos además ampliar
el campo de nuestras acciones a otros sectores profesionales que
asimismo sostienen y hacen funcionar las actuales estructuras de
poder como, por ejemplo, el clero, los médicos, etc.

Su postura entonces hacia la práctica armada de los milis y
polimilis...
El análisis de lo militar en este terreno es semejante al del
espectro político ya antes analizado. O se cuestiona totalmente el
poder, es decir, se va hacia la destrucción del Estado, o se colabora
con él. Los milis han centrado sus acciones en lo que ellos piensan
que es el resorte de poder de la actual estructura política; el Ejército
y las fuerzas de orden público, pero después de conseguir la
alternativa KAS, ¿qué? Y otro tanto se puede decir de los polimilis.
A diferencia de los anteriores éstos han actuado con más intensidad
en el plano laboral. Lo de los tiros en las piernas a los empresarios
está bien, y es posible que lo practiquemos, pero los comandos
autónomos le darían un contenido anticapitalista que ellos no dan.
En realidad, al situarse en una perspectiva de apoyo a las negociaciones
que hacen los sindicatos lo que hacen es también apoyarlos
y ya hemos explicado qué posición mantenemos hacia esos organismos...
Pensamos que lo que hay que hacer es globalizar estas
acciones en un mismo contexto anticapitalista y por eso, a diferencia
de los milis que no actuarán contra la policía autonómica si ésta no
realiza actividades represivas contra la izquierda abertzale, nosotros
sí lo haremos porque la policía vasca representa a! capital vasco,
nuestro enemigo. A veces, la intervención de la élite armada no es
necesaria, como cuando los mimos obreros secuestran a sus
directivos.

¿Qué valoración hacen en este sentido de la nueva situación
tras la aprobación del Estatuto de Autonomía?
Que todo seguirá igual y que si antes teníamos encima una porra
con tricornio, ahora tendremos otra más, sólo que con boina.

En el comunicado en el que reafirmaban el carácter de
colaborador al militante del PSOE y la UGT, Germán González, ha
sido interpretado como una declaración de guerra particular
contra este partido. ¿Es correcta esta interpretación?
Creemos que estaba bastante claro que el ataque era contra el
militante en particular y si lo han interpretado así es porque se
quieren dar importancia y no buscan más que protagonismo a costa
de lo que sea. No nos extraña que gente como Lertxundi lo haya
interpretado también así. Son todos iguales.


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