Una semana queda para las próximas elecciones generales en el
Estado español, menos de diez días para que seamos de nuevo llamados a
ejercer el que parece ser único y sagrado derecho de los ciudadanos en
esta "democracia", introducir una papeleta en una urna cada cuatro años
para que otros solucionen con una varita mágica todos nuestros problemas, mientras
que las cifras de desempleo no paran de crecer, los que aún tienen
trabajo sufren cada vez más la precarización en él y nos recortan cada
vez más derechos sociales conquistados con la lucha del pueblo
trabajador a lo largo de la historia.
Durante estos días
de campaña electoral se nos vuelven a vender las promesas de soluciones
mágicas a todos estos problemas, todos los partidos, desde los dos
grandes "tiburones" de la política en el Estado español, el PP y el
PSOE, hasta las formaciones minoritarias, continúan tratándonos como
niños a los que poder ganar con un caramelo a la puerta del colegio.
No
podemos engañarnos, no podemos caer en su trampa, vivimos una época en
la que si aún no lo teníamos claro, se está demostrando que el sistema
político que tenemos es una farsa, una dictadura empresarial capitalista
disfrazada de democracia. Las grandes decisiones vienen dadas de
órganos supraestatales, ya sean bancos, multinacionales o grupos de
poder como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la
Comisión Trilateral, el Banco Europeo etc.
Tenemos
ejemplos más que suficientes de esto en los últimos meses, semanas y
días. La población griega vive una situación dificilísima, los feroces
recortes sociales impuestos desde la Unión Europea están causando una
situación insostenible en ese país, pues bien, hace unos días el
ex-primer ministro griego "Yorgos Papandréu" propuso después de muchos
meses de lucha ejemplar del pueblo griego, la celebración de un
referéndum vinculante sobre dichos recortes sociales impuestos desde el
exterior, pues bien, al instante políticos de todos los estados
europeos, incluido el Español, saltaron a la yugular del ex primer
ministro griego calificando poco menos que de "locura" dicha propuesta, y
a los pocos días y antes de dejar de ocupar su puesto, "Yorgos
Papandréu" como no podía ser de otra forma, terminó por tener que ceder
en su propuesta de referéndum.
En el estado español
también tuvimos hace muy poco tiempo un claro ejemplo de la nula
capacidad de decisión del pueblo en la política en el sistema actual, ya
que se llevo a cabo una reforma constitucional "express" sin ningún
tipo de consulta al pueblo, reforma que vino ordenada también desde el
Banco Central Europeo.
Aquí en Cantabria, las tres grandes
alternativas que se presentan a las elecciones son las ya citadas como
en el resto del Estado español, PSOE y PP, y un partido como el PRC que
nos vende la moto de que “ nos van a oír" o "ahora a Madrid"
repitiéndonos una y otra vez en sus panfletos, artículos de opinión de
sus militantes etc. que por primera vez podemos optar a tener un partido
en Madrid que haga defender los derechos de Cantabria, todo esto a la
vez que su líder, Miguel Angel Revilla, pide el voto en Castilla y León
para formaciones políticas que siguen viendo a Cantabria como una
provincia castellana más, y reitera cada vez que puede su españolismo y
su defensa a ultranza de la unidad de España.
Por estos
ejemplos y muchos más, votar el 20-N, supondría seguir legitimando un
sistema "democrático" en el que no pintamos nada, ni como cántabros, ni
como trabajadores, en el que las grandes decisiones vienen dadas desde
las instituciones señaladas antes y en el que los políticos son meras
marionetas de las mismas, que hacen y deshacen en función de lo que
desde las grandes élites financieras les dictan.
Por eso
abogo por la abstención activa, la abstención consciente, sabiendo
porque te abstienes, sabiendo que hay alternativas a este sistema en el
que nos tienen atrapados, conociendo que nosotros, trabajadores,
estudiantes, parados, jubilados, el pueblo, podemos dirigir nuestro
destino sin tener que dejarlo en manos de marionetas del gran capital,
que defender el parlamentarismo supone defender la delegación de tus
responsabilidades en otros, mientras no nos damos cuenta de que podemos
trabajar todos y cada uno de los días del año para crear formas
alternativas de organización.
No nos dejemos embaucar, ni
grandes partidos, ni pequeños partidos podrán cambiar desde dentro un
sistema que tiene todo perfectamente "atado y bien atado", parafraseando
al dictador.
Por la abstención activa, por la no-delegación, autogestión y auto-organización.
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